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lunes, 13 de junio de 2011

DE LITERATURA, ARQUITECTURA Y GRANDES PAISES.

Hola.
Recientemente he tenido la ocasión de leer a un escritor norteamericano que me habían aconsejado y del que no tenía ninguna referencia.
Imposible dar una opinión sobre el autor en cuestión ya que cualquier pronunciamiento sobre el tipo de literatura que compuso sería un agravio, tanto para los que le consideran admirable, como para aquellos a los que les resulta obsceno el contenido de su obra;  para mí únicamente ha constituido un valioso exponente más de lo que es capaz de albergar una gran nación.
En términos literarios y puestos a aconsejar lecturas realistas y críticas, me quedo con Toole y su jocundo y humorístico quehacer, ó, mejor aún, con un coetáneo del mencionado literato, con Dennis, cuyo afilado  y temible bisturí  es un buen remedio para cualquier sociedad que desee hacerse un "retoque" en aras de mejorar.
Desde la literatura, cosa poco física donde las haya -y menos en la actualidad con los estupendos e-book´s- pasaremos a la arquitectura que es el máximo exponente de la presencia y puestos a hablar de los EE.UU., recordaremos a un hombre que nació en el Mediterráneo y fue a acabar sus días frente al Atlántico, el arquitecto Rafael Guastavino.
http://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_Guastavino
Los aficionados al cine hemos visto al personaje principal creado por Dan Brown para su exitosa saga nadando en una piscina que también construyó el valenciano.
Llevó a cabo muchos y muy buenos trabajos en América y prueba de que no fue una elección al azar el encargárselos a él es el hecho que todos y cada uno de ellos son hoy patrimonio y emblema de su país de acogida.

Saludos cordiales.
 
 Requena, 9 de Agosto de 2013:
Excelentes noticias sobre una creación de Guastavino que pudo dejarse perder pero que finalmente han recuperado y rehabilitado en EE.UU.

lunes, 6 de junio de 2011

Moncófar - Moncofa

Hola.
La bella fuente, restaurada el mismo año de mis nupcias, se encuentra en una localidad de la provincia de Castellón, en la Comunidad Valenciana: MONCOFA ó MONCÓFAR.
Es un lugar tranquilo, acogedor y con una gran cantidad de gentes amables, sonrientes y dispuestas a soslayar con diligencia las grandes o pequeñas preocupaciones que pueden asaltar al ocasional viajero en cualquier momento de su desplazamiento.
No son pocas las preocupaciones que devienen a causa de la distancia entre "la estación del tren", apeadero en realidad, y la ubicación de la villa; en nuestro caso, como feliz coincidencia, se hallaban en el andén unas atentas personas que nos hicieron el obsequio de llevarnos hasta el centro.
Justo en medio de la población tenemos la grata sorpresa de ver la peculiar escultura forjada del rey Jaime I, alzado desde el nivel del suelo por dos bloques compactos de piedra, material que también le cubre la espalda en una gran lámina cortada.
Muy espectacular y novedosa forma de homenaje que representa muy bien el trasunto del histórico  personaje.
La visita a la iglesia, de una portada pétrea que nada tienen que envidiar a las italianas, a algunas construcciones notables y elegir uno de los muchos sitios agradables que tiene Moncófar para tomar un refrigerio casero, abundante y sabroso antes de emprender el ameno paseo hasta las sorprendentes e impresionantes playas enmarcadas con el azul de un mar Mediterráneo soberbio, nos asegurará un feliz día de relajante descanso.
No hay que olvidar la historia y en la misma entrada de El Grau de Moncofa - El Grao de Moncófar, encontraremos la reconstruida ermita de Santa María Magdalena, curioso y estupendo nexo del lugar con Marsella desde el siglo XV.
Si, de nuevo, nos acompañan los hados tendremos la suerte de ir cómodamente en taxi hasta la estación-apeadero de Moncofa o apareceremos en Nules, gentilmente transportados por un afable y diligente profesional que no consentirá que quedemos en el abandono de una silente y alejada estación de tren.
Saludos.

viernes, 3 de junio de 2011

Venecia, Fortuny, Proust y la seda.

Hola.
El Museo del Carmen, restaurado convento y guardián de unos magníficos restos arqueológicos sobre los que el tiempo había acumulado el añadido de su paso y ahora pueden verse, liberados y admirablemente cercanos, a través de un acristalado suelo, tiene expuesta una magnífica muestra sobre la seda.
Nunca ha sido un asunto de poca monta el entorno de tan suave, resistente y magnífico tejido y todavía quedaban cosas por descubrir como así lo han hecho y ofrecido en el contenido de la exposición.
Durante el recorrido nos veremos sorprendidos por unas explicaciones y muchas muestras de tejidos valiosísimos.
El poder admirar el trabajo de los artesanos que durante siglos compitieron con lo producido en sus telares con las joyas más valiosas es algo a destacar.
Pasan los siglos y los detalles se tornan mucho más cercanos ya que los personajes que retoman el fino y resistente hilo histórico forman parte de nuestra cultura.

Mariano Fortuny tiene la palabra en este caso y sus creaciones, nuevas aplicaciones sobre la seda y el empeño en devolver la brillantez a tan importante y extraño tejido acumula todo el protagonismo. Únicamente hay una preciosa bata de señora de terciopelo pero nos informan de que los valiosos tesoros de su manufactura se encuentran expuestos en el Museo-Palacio Fortuny -antiguamente Pesaro-que fue su residencia familiar en Venecia.
En la muestra de El Carmen también encontramos a Marcel Proust y podremos leer unas líneas contenidas en su libro "A la búsqueda del tiempo perdido" en las que detalla con precisión el vestido que portaba su protagonista, y que es una exquisitez salida de los talleres de Fortuny:"A medida que ella se acercaba, se metamorfoseaba el tejido de su traje en oro maleable y azur del agua del Gran Canal". Saludos.